Carmen Orozco ha decidido hacer un museo en memoria de Verónica Orozco y, para ello dona unos cuadros de su colección privada. Lo que desconoce la matriarca es que esos cuadros no son auténticos.
Bernardo mantiene una constante partida de ajedrez contra Carmen en su lucha por el poder y el grupo de comunicación. A Bernardo no le importará hacer correr el rumor de que los cuadros de Carmen son falsos con tal de desestabilizar su posición en el grupo.
A Jacobo le hacen una entrevista para la revista de Julia. No deja pasar la oportunidad para hacer daño a su madre. Además, tendrán que hacerle unas fotos para ilustrar el reportaje, y Cecilia será su estilista.
Mientras, Mónica quiere empezar de nuevo. La joven intenta deshacerse de todos los vínculos del pasado y de cualquier dato que pueda revelar que es hija de Manuela. Pero Ana, una amiga muy especial, no quiere desaparecer de su vida.
Nino no termina de asumir su nueva condición de heredero. Quiere hacerle algún regalo a su madre, pero Teresa no quiere saber nada del dinero. En ese momento, vuelve la Negra, la madre biológica de Nino.
Gorka y Cecilia han decidido seguir adelante, pero él no es capaz de perdonarla. Ha sufrido mucho en la relación y le corroen los celos por Jacobo.
Carmen empieza a coquetear con el juez Luis Soler. Él ha enviudado hace poco y aún no ha superado la ausencia de su mujer. Carmen le ayudará a recuperar la ilusión.
La tv es algo más, no es la caja tonta, es una caja de ilusiones, una caja mágica, algo que no sé como consigue que olvides tus malos momentos y rías o llores según la ocasión. Es una de las tres cosas que me llevaría a una isla desierta, si lo piensas, teniendo televisión no estas del todo sólo, siempre habrá algún presentador que te guste, una serie de la que seas fanático o algún programa que te llame la atención. Hay quien dice que es terapéutica. He intentado resumir lo irresumible, mi agradecimiento a la televisión y lo muchísimo que me gusta. Me encanta.
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